Un día paseando por Gijón encontré una librería infantil que me encantó, y no pude evitar entrar a echar un vistazo, su nombre lo decía todo "Erase una vez...", había un montón de cuentos geniales, además de literatura juvenil y juegos didácticos.
Allí, escondido entre otros cuentos, apareció "El monstruo de colores" (editorial flamboyant). Nunca lo había visto, pero me pareció un cuento genial para trabajar en el aula.
Resulta que el monstruo tenía un lío terrible con sus emociones, por eso su amiga le recomienda colocarlas cada una en su bote para poder diferenciarlas.
Después de reunir 6 botes diferentes, empezó el juego...por parejas hicimos bolitas de colores (azul, amarillo, verde, negro y rojo) pero eso sí, cada bolita en su lugar, nada de mezclar los colores.
El amarillo es la alegría, cuando ríes, saltas y juegas te sientes alegre.
El azul es la tristeza, quieres estar solo y no te apetece hacer nada.
El rojo es la rabia que sentimos cuando estamos enfadados.
El negro es el miedo, cuando lo sientes te vuelves pequeñito y crees que no puedes hacer lo que se te pide.
El verde es la calma, cuando respiras profundo y te sientes en paz.
Por último el rosa es el amor, lo sientes cuando quieres a alguien, y no puedes parar de darle besos y abrazos.
Y como en esta clase nos queremos un montón este bote lo hicimos entre todos, y como es un poco especial lo llenamos de bolitas de plastilina.
Hacía un tiempo que no nos veíamos y... ¡ya teníamos ganas de achucharnos!
Ya que teníamos botes tan diferentes aprovechamos para compararlos, unos eran altos otros bajos, los había delgaditos y gruesos, y hasta los ordenamos de mayor a menor altura.
Aquí os muestro el resultado final, cada bote con su foto.
Espero que os haya gustado verlo tanto como a nosotros realizarlo.
La clase de E.I de 3 y 4 años os desea un día amarillo lleno de alegría.
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