La primavera y Holy

Con la llegada de la primavera no paramos de hacer y conocer nuevas cosas, entre ellas las partes de las plantas y los árboles.

Empezamos haciendo una gran flor y un árbol enorme, lo coloreamos entre todos, le pusimos plastilina y trocitos de papel de colores.

 

Después escribimos las partes de las que se compone cada uno: raíz, tronco, hojas, ramas, copa, pétalos, tallo. Y es que nosotros...¡Somos unos campeones como la copa de un pino!

  

Además Inés, la profe de Música, nos trajo al cole una regalo muy especial, ya que si lo cuidamos bien y regamos todos los días conseguiremos que le crezca el pelo.

Y así fue, le preparamos una piscina, pero antes necesitaba un nombre...pensamos y pensamos hasta que entre todos decidimos que se llamaría Holy.

Tan bien cuidamos de ella, que el pelo no paraba de crecer, fijaros que peinados le pudimos hacer, hasta le tuvimos que cortar el pelo...la pobre ya casi no podía ni ver.

 Aquí podéis ver la evolución tanto de Holy, como de una cala que nos regaló Guiller para clase,

¡se nos da bien esto de ser jardineros!

 También pudimos sacar a relucir nuestra vena más artística, ya que nos encantan  las temperas, la pintura de dedos, las mezclas de colores y los pinceles.

Jacin de visita en el cole

Aprovechando que la temática de la unidad didáctica que estamos trabajando es sobre las mascotas, a la profe la venía a visitar su amiga Laura, a la que le pedimos un favor...¿nos puedes traer a tu mascota?

Los niños no sabían que tipo de mascota era, y no paraban de hacer preguntas:

¿es un gato, un perro, una gallina?...pero no se imaginaban lo que era.

Al entrar en clase después del comedor se encontraron una jaula bien tapada, entonces empezó la aventura.

Juanjo al verla dijo ¡es un ratón!

Casi acierta, ahí en su jaula estaba Jacin, una cobaya negra y blanca esperando para conocernos.

Primero la observamos dentro de su jaula, y descubrimos que le encanta comer heno y mazorcas de maíz.

 Pero parecía que tenía un poco de hambre,

así que sin dudarlo ni un momento,  

le dimos de comer manzana, nos hizo mucha gracia los ruidos que hacía al comer.

Una vez que Jacin tenía la barriga llena decidimos abrir la jaula para ver que hacía, y ni corto ni perezoso salió y dio un buen paseo por clase, no nos tenía miedo, hasta se acercaba a nosotros y nos olía.

 

Laura lo cogió para que lo pudiéramos acariciar, y nos gustó mucho, era muy divertido y se nos escapaba la risa.

 Como vimos que estaba tan animado lo metimos en su bola para que siguiera de paseo por clase,
mientras tanto nosotros lo dibujamos, y fijaros que chulo nos quedó:

 

 

 

Fue una clase diferente y divertida, y por traernos a Jacin al cole le regalamos a Laura una flor.

 

¡Muchas gracias!